lunes, 25 de mayo de 2020

AYUDAR EN CASA


   Pedir a nuestros hijos que colaboren en las tareas de la casa es una forma sencilla de educarles en el sentido de la responsabilidad y una oportunidad para que comiencen a ser autónomos.
     Siempre y cuando aseguremos primero su seguridad, y dependiendo del grado de madurez de cada niño, hay muchas tareas en las que desde edades muy tempranas pueden participar. Hacer la cama, poner los platos en el lavavajillas, ordenar sus juguetes, vestirse, regar las plantas, poner la mesa tender o recoger la ropa seca son un ejemplo de tareas cotidianas en las que pueden colaborar los niños a partir de los tres años.

     Aunque hacerles partícipes en la dinámica del hogar ofrece muchas ventajas para su desarrollo, somos conscientes de que supone un esfuerzo para los padres. Ya sea porque no queremos volver a repasar luego la misma tarea o porque se pierde mucho tiempo haciéndolo con ellos, es frecuente que los padres acabemos haciendo muchas cosas por ellos y que nos resulte más fácil y rápido hacerlo a nosotros. Por eso es importante que conozcamos los beneficios que tiene para el desarrollo de nuestros hijos y que entendamos que, aunque rompan cosas, ensucien más de lo que limpian, se quede la cama medio deshecha o la ropa esté medio arrugada, les estamos ofreciendo una gran ventaja en su desarrollo: confianza en sí mismos, sentido del trabajo en equipo, sentimiento de responsabilidad por sus acciones y desarrollo de su autoestima.