miércoles, 27 de mayo de 2020

¿DÓNDE ESTÁ WALLY?


A finales de los años 80 el ilustrador británico Martin Handford creó al simpático personaje Wally y publicó sus primeros libros ilustrados. Desde entonces, la colección de libros ¿Dónde está Wally? ha sido uno de los pasatiempos favoritos de muchas personas. Su funcionamiento es bastante sencillo: encontrar a Wally en ilustraciones que están repletas de numerosos elementos distractores, dificultando así la tarea de encontrarlo. Pero lo fundamental de su obra, a juicio de su autor, es «el carácter didáctico de los libros, y cómo estos ayudan a que los pequeños agudicen su percepción visual».
Y es que los libro de ¿Dónde está Wally?, a parte de desarrollar la agudeza visual, son una fantástica herramienta pedagógica en muchos sentidos. Con ellos se puede desarrollar el vocabulario usando el texto que aparece en cada imagen, que da pistas y sugiere la búsqueda específica de objetos. También son ideales para ejercitar la atención y la concentración puesto que es necesario tener claridad exacta sobre el objeto que se busca, recurrir a la memoria visual y analizar con calma cada rincón de la imagen. Igualmente, son un buen ejercicio para desarrollar la orientación espacial, habilidad primordial para la lectura y la escritura, porque permite poner en práctica la lateralidad, la ubicación de los objetos y la comparación. Además de todo esto, como la imagen suele ser saturada y con muchos objetos camuflados, hay que recurrir a la perseverancia y a la paciencia. 
A parte de los libros de ¿Dónde está Wally?, hoy en día existen numerosos libros, juegos y aplicaciones que siguen el mismo formato y están adaptados a diferentes edades. Como las apps Find Objects o Hidden Objects; el juego Lince o los libros de I Spy.
Ya sabéis, si tenéis algún libro de Wally guardado, pensad en recuperarlo y aprovecharlo para entretener a vuestros hijos.